miércoles, 26 de mayo de 2010

Ayer soñé con que era posible,
sentí que estaba cada día más cerca.
Que lo poco que nos unía
iba a tener la fuerza necesaria para evitar que nos separaran
soñé que mucho de realidad tenían los sueños de unos cuantos
soñé que quizá no estamos tan lejos de lo deseado
o que por el momento vamos por el camino correcto
quiero creer que Walsh los representa y que Mujica hubiera dado el Tedeum
Quiero creer en eso .

jueves, 20 de mayo de 2010

"Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros". - Groucho Marx.

La gestión Macri da cuenta día a día que la regla con la que miden a los demás, no sirve para medirlos. Piden juicio, tribunal y castigo cuando "las reglas" las violan otros, pero cuando lo realizan ellos es distinto. Si el Estado Nacional veta es un abuso de autoridad, si ellos vetan, como fue el veto a la ley de Producción Pública de Medicamentos, está bien. La designación de parte del Estado Nacional de ciertos funcionarios es revanchismo y búsqueda de venganza. Nombrar a Young, Posse, James y Palacios, entre otros. ¿Cómo se llama? Impulsaron el juicio político a Ibarra porque era responsable del accionar de todos los empleados municipales, ahora Ritondo dice que no se lo puede acusar a Macri si es Ritondo el que comete un ilícito. Si este señor reconoce públicamente que podría cometer un ilícito, que renuncie.
Los medios, en general, no repreguntan, no confrontan presente y pasado. Y el progresismo tiene la obligación de marcar estas contradicciones, entre lo que el macrismo dice y hace. En lo que no hay contradicción es entre lo que hace y hace. Las mismas explicaciones que hoy usan para defenderse, fueron las utilizadas para atacar y echar a un jefe de gobierno. El Macrismo actúa como lo hizo siempre en sus empresas. En la gran causa SEVEL, que implicaba menemismo, corrupción, evasión fiscal, vaciamiento del Estado, no fue Macri el que cayó preso, sino que deslindó la responsabilidad de los ilícitos en uno de sus empleados, el cual sí fue condenado. Lo mismo que hace hoy mientras gobierna.
Ayer en el programa "A dos voces" Ritondo, jefe de bloque del bloque PRO en la legislatura porteña, decía que si él o cualquier funcionario cometían un ilícito, la responsabilidad era de ellos y no del Jefe de Gobierno, "no se puede acusar a Macri por los ilicitos que hacen sus funcionarios". ¿Cuáles serían entonces para estos muchachos la responsabilidad política de nombrar funcionarios? Si contrata al "Fino Palacios", un delincuente; a Chamorro, otro delincuente, a Ciro James, otro delincuente. ¿A cuánto está de pedir públicamente "Abrete Sesamo"? Durante años utilizó al Estado de esa manera. Comió toda su vida del Estado, sirviéndose de éste a su antojo. ¿Por qué hoy habría de cambiar?

Macri y nuestra historia.

La historia de Macri se escribió con tinta hecha de dictaduras, hizo su fortuna gracias al plan económico impuesto en 1976 a fuerza de grupos de tareas que limpiaban, servicios de inteligencia, fondos estatales, sobreprecios en obra pública, menemismo, corrupción, impunidad, juntar basura, hacer negocios con la basura, contratar a Palacios, Posse, Chamorro, Ciro James, la UCEP "para limpiar la ciudad", entre tantas otras cosas que tiene ganas de limpiar. Historia que se escribió sobre un papel hecho de desaparecidos, de teorías de seguridad nacional, de desaperecer lo molesto, eliminar al otro, de deuda pública, de pedir cárcel para los cartoneros, porque la basura es suya, de meter en camiones de basura las pocas pertenencias de los que menos tienen. Hay que reconocer que el tipo es coherente con su historia.
Su poder lo construyó, sostenido en su "escuela para una seguridad nacional", gracias a la impunidad, la corrupción, la caja del Estado, la basura y "la limpieza", y se rodeo de quienes más sabían de estos temas, para engrosar con su nombre esas filas: Martínez de Hoz, Videla, Viola, Massera, Agosti, Menen, Duhalde, Posse, Palacios, James, Chamorro, entre tantos otros, todos ellos complices, partícipes, promotores ideológicos del asesinato de algún argentino. Siempre hizo negocios con la basura. Limpiando todo lo que él considera basura.


El libro Fino de Mauricio. Qué miedo al fallido. Y al fallo.

En el día de hoy salió publicado el manual que elaboró el Macrismo para responder a los periodistas sobre el procesamiento que dispuso el juez Oyarbide, en el cual se explica que Macri no es responsable de nada, todo es una operación de los K y que esta causa está armada porque "se animaron a dar una respuesta al problema de la inseguridad". Es cierto, la respuesta de Macri a la inseguridad es un problema para quienes se verán afectados por ella. Y Macri procuró que quede explícito el agradecimiento al apoyo brindado por De Narvaez, Duhalde, Sanz, Solá y Carrio, tan caros ellos al pensamiento de seguridad de Macri, tan antipopulares como él.
¿Pero qué nos muestra la necesidad de construir este manual? El miedo a que algún funcionario se meta en una respuesta que no esté guionada y de cuenta de que no se puede decir que el jefe de gobierno no es responsable. Fueron ellos quienes defendían a Palacios de las mismas acusaciones que hoy reconocen ¿Se imaginan qué diría Macri si se publicara un guión para funcionarios K? Le molesta a la Derecha cuando los manuales tienen imágenes de líderes populares, eso es fachista, nazi, autoritario, pero con qué ganas ellos hacen el Manual "Yo amo a Mauricio" y salen a repartirlo.
A diferencia de Marx, Macri no tiene otros principios.
Macri está asustado. El macrismo está asustado. El fallo de Oyarbide va a llegar. El fallo más importante llega en el 2011. Dependerá de construir una opción nacional y popular, que el fallo sea favorable a la mayoría.

lunes, 17 de mayo de 2010

Donde hay un derecho hay un negocio

Si hay algo que ha caracterizado a la gestión Macri en la ciudad de Buenos Aires es que entre la necesidad y el derecho, ve el negocio. La salud es uno de los tantos ámbitos donde el macrismo ha llevado adelante esta máxima, desde los primeros días de su gestión, hasta la fecha.
Comencemos por recordar que a los veinte días de comenzada su gestión vetó la Ley 2.566 de producción pública de medicamentos (PPM), la cual contemplaba, entre otras cosas la producción de medicamentos “básicos, imprescindibles y huérfanos”, estos últimos son los que los laboratorios no producen. En el decreto 2135/007alega que esa definición implica un “muy amplio espectro de drogas, lo que exigiría contar con una estructura significativa y con recursos técnicos y humanos capacitados para producir tan vasta gama de productos medicinales”. No es tan amplio el espectro, según la OMS con 100 medicamentos se estaría cubriendo el 80% de las enfermedades, teniendo en cuenta, además, que la ley vetada fue el producto de un acuerdo conseguido luego de muchos años. Ley que tenía partida asignada ya que había pasado por la Comisión de Presupuesto y Hacienda, por lo que la fundamentación en la falta de recursos no fue cierta. Parece que no siempre le molesta a Macri el uso de la facultad constitucional de vetar.
Los medicamentos constituyen una mercancía que impacta directamente sobre la cuestión del derecho a la vida y la salud. Pero como mercancía, posee además una dimensión económica muy importante, al tener la industria farmacológica la posibilidad de agregar valor a nuevos productos a través de la investigación, desarrollo y producción. Esto entraña la contradicción entre el derecho a la vida y la salud de la población, y el derecho de quienes invierten capital en investigación y desarrollo a cobrar su rentabilidad. La PPM podría garantizar el abastecimiento de una amplia gama de medicamentos para los hospitales públicos, bajando considerablemente el gasto en la compra de los mismos. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires en el año 2009 gasto en salud 3340 millones de pesos (U$S870.000), lo que representa el 19,7 del presupuesto para todo el Gobierno de la Ciudad. El 9% de este presupuesto (313 millones) se destinó a bienes de consumo, dentro de este rubro el 88% corresponde a Medicamentos, Material Biomédico y de Laboratorio, alcanzando la suma de 275 millones. La mayoría de estos medicamentos son elaborados por empresas privadas, cuando si fuesen de producción pública se podría garantizar el acceso gratuito a los mismos a la población sin cobertura social y por debajo de la línea de pobreza.
La falta de medicamentos en los hospitales públicos es hoy un hecho. La Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a raíz de los reclamos recibidos, entre ellos negar Cefalexina a una paciente inmunodeprimida cursando una enfermedad infecciosa (actuación 3505/09), emite la Resolución 3970/09 donde recomienda a los Directores de Hospitales que se garantice la provisión de medicamentos. La producción pública no es negocio para Macri.

Negocio Inmobi
liario
No fue sólo este el caso de su búsqueda de negocios, su intento de avanzar con el cierre de los hospitales Borda, Moyano y Tobar García no tenían que ver con mejorar las condiciones de vida de aquellas personas que allí se encuentran internadas, sino con la posibilidad de realizar un negocio inmobiliario. Convocó a una licitación para la construcción de un “Parque Cívico” en los terrenos donde se encuentran dichos nosocomios, la cual fue frenada a partir de la resistencia de quienes trabajan en dicho hospitales y de quienes se oponen al cierre de los hospitales públicos. No pudiendo hacer negocio inmobiliario ahí, fue por otro lugar. Obvio.
El 28 de enero Rodriguez Larreta firma la resolución 35 – MJGGC/10, en la que considerando “que el Régimen de Iniciativa Privada constituye un instrumento idóneo para promover la participación e inversión del sector privado en forma conjunta con el sector público para la realización de emprendimientos de interés general(…); Que mediante el Expediente Nº 13.683/10 la empresa TECHINT S.A. ha presentado un proyecto de iniciativa privada para la concesión de obra pública de un Complejo Hospitalario Sur, en el predio que actualmente ocupa el Hospital Muñiz en el extremosur de Parque Patricios, (…) que la propuesta plantea la puesta en valor, refuncionalización y ampliación de las edificaciones, a fin de lograr la instalación de tres unidades de tratamientos de patologías específicas que actualmente cubren los hospitales Francisco J. Muñiz, María Ferrer y
Dr. Carlos Bonorino Udaondo”, imaginemos qué planes tendrá para esos hospitales, “ Que la propuesta incluye que la empresa tome a su cargo la concesión del mantenimiento de las instalaciones y equipamiento y la limpieza de los edificios, previendo una inversión estimada de dólares ciento setenta y dos millones (U$S 172.000.000)”
A partir de esta iniciativa Macri llama a conformar, como corresponde según la ley, una Comisión de Evaluación y Desarrollo de Iniciativas privadas. Comisión que debe evaluar si lleva adelante un proyecto en el que terciariza el sostenimiento de la salud pública en manos de privados por un monto que implica $660 millones, el 20% de lo que se gastó en el 2009 en salud. Con menos del 10% de ese dinero, invirtiéndolo en PPM, se garantizaría el acceso gratuito de medicamentos a tantas personas…

Pero si de negocios se trata, Macri se preocupa con quién.
Analizando el documento que está en la página oficial de la ciudad “resumen_junio2009”, donde se detalla los gastos de Salud correspondiente a ese período, nos encontramos que de los $472.456 correspondientes al Hospital Moyano, el 20% ($158.400) corresponden al proveedor “Kanoore Edul Alberto” ¿Quién es este señor? A quien Macri y Montenegro adjudicaron mediante decreto la compra de uniformes de la policía y quien está relacionado con el atentado a la AMIA. En su nota “Macri tiene un fino comisario” el periodista Raúl Kollman da cuenta de las conexiones Macri-Montenegro-Palacios-Kanoore Edul. Palacios ya está procesado pero el fiscal federal Alberto Nisman pidió al juez federal Ariel Lijo que amplíe los cargos en su contra a raíz de su "participación en la confección de cuatro documentos públicos falsos, vinculados con las actas que instrumentaron los frustrados allanamientos a diversas viviendas de Alberto Kannore Edul, y a las irregularidades y falsedades documentadas en ellas".
Es claro que hay ciertas preocupaciones que Macri no tiene. En vez de preguntar quién es Sergio Burstein y qué título tiene, podría preocuparse por mejorar la situación de la salud de la Ciudad de Buenos Aires, no discriminar su lugar de procedencia, poner en condiciones los edificios públicos así evitar que las y los trabajadores del Hospital Rivadavia hoy estén frente al hospital con una carpa y juntando firmas para que no lo cierren.