lunes, 18 de junio de 2012

Cuando te dejan sólo: Tiempo Argentino.

Para quienes dicen que Tiempo Argentino es nuestro, acá la demostración de que eso no es cierto. "Coopera" con nosotros.
La demostración la encontré en dos notas publicadas el día domingo 17 de junio, una en la sección "Investigación", donde denuncian el acatamiento por parte de un órgano de gobierno de los dictámenes de evaluación de Monsanto, jugador poderoso si lo hay, y que en el 2011 fue preciso de la huelga de hambre de un ingeniero forestal para que la Defensoría del Pueblo de la Nación avale su reclamo de modificar esos parámetros, aval que aún no cumple el Ministerio de Agricultura. ¿Para denunciar el poder de Monsanto se sirvieron de un órgano del Estado? El gobierno esa estrategia la utiliza mucho con el CELS. A través del CELS consigue los dictámenes de la CIDH, que le ordenan tomar medidas en materia de seguridad en la provincia de Buenos Aires.  Tiempo Argentino a veces también hace esto, pero ahí radica la diferencia de Garfunkel o Spolski con Verbistky, que es un militante. Su palabra es considerada en la soledad del gobernante. Como él reconoció, el mítico discurso de Righi salió de su puño. Leo a Verbistky como el Editorialista del kirchnerismo, que la nota "Camionazos", del mismo domingo en el que Tiempo publicó la editorial  a la que haré referencia,  es una respuesta al "Horacio por favor contá cómo fueron las cosas" que Cristina le solicitó. Nestor pidió Miradas al Sur. Convivo con esa fantasía. Pero que Tiempo trabaja para el gobierno, que no es parte, queda claro en la Editorial de hoy de Matías Garfunkel, coeditor responsable del diario, titulada "La soledad del gobernante".
Es cierto que el gobernante, sea el cuerpo éste que sea, las decisiones las toma en soledad. Esto no quiere decir que esté sólo o impermeable en el proceso de toma de decisiones, pero sí que existe "la soledad del gobernante". Si sabrá de eso nuestra compañera Presidenta, que se ha sentido sola. Sin Kirchner muchos nos hemos sentido solos en algún momento, sobretodo aquel 27 de octubre durante unos instantes. Cuando vivimos todos los que éramos, los que nos habíamos sentido solos, por Nestor, reconocimos todos los que éramos. Ahí también se produjo, la soledad del gobernante. Ese momento de absoluta soledad para la compañera, porque el duelo es propio, hay un duelo compartido, pero también un duelo propio, que voy a graficar con recuerdos que tengo de ese día.
Trabajaba en Unidad Ministro de Desarrollo Social, por lo que no hicimos la cola principal, sino que entramos por el ingreso para funcionarios, porque íbamos con la asesora. Nadie todavía de los que ingresaban se había permitido expresar lo que tenía dentro, por lo que la vimos antes de que se parara o mantuviera con gestos un diálogo, con algunos de los que se iban a despedir del líder y defender la soledad del gobernante. Era una imagen viva. Sin mover un sólo músculo de su cara, o quizá lo hacía detrás de los anteojos negros, acariciaba con suavidad el cajón. Su hijo detrás a un lado, su hija al otro, de pie junto a su madre, asistían al velatorio público de su padre, de su compañero, de su marido. La entereza de esa mujer no la he visto nunca en otra persona. "Fuerza, Cristina", "Fuerza compañera", "Te bancamos", era lo que el pueblo le gritaba. La soledad del gobernante. El encuentro del gobernante sólo con el gobernante, del gobernante, con el soberano. Soberanía es tomar decisiones en soledad, aunque incluyan a otros.
Tiempo Argentino ni es parte ni se siente parte de las decisiones de este gobierno, porque no lo hicieron nunca, porque no lo van a hacer con nadie. "Sólo la humanidad nos iguala y la libertad, adquirida sólo con una existencia digna y coherente (subrayado mío)" escribió Garfunkel. Esta afirmación sostiene que los seres no nacen libres, sino que la libertad es adquirida, y no se la adquiere de cualquier manera. ¿Cómo se la adquiere? Con una existencia digna y coherente. ¿Y quién dice lo que es una existencia digna y coherente? Porque sobre la existencia digna estamos de acuerdo, por eso somos partes de este Proyecto, pero tendríamos que conversar sobre la coherencia. ¿Coherentes con qué? "Es complicado evaluar las decisiones que cada hombre toma en la vida. Son decisiones que, de hecho, se toman a cada instante. Lo bueno o lo malo, respecto de una acción, está enmarcado en una moral cristiana, religiosa, no dentro de una moral ligada a la praxis social", firmó el editorialista. La coherencia de la no posición: la incoherencia. Tiene un costo evaluar las decisiones. Otra cosa es condenar las decisiones, son acciones distintas. La afirmación  sostiene "no tenemos nada que ver con las decisiones que toma el gobernante", porque las toma en soledad, que lo iguala a sólo. Lo bueno o lo malo, respecto de una acción, no tiene por qué estar enmarcado en una moral cristiana, ni religiosa, puede estar enmarcado así, pero también puede estar enmarcado de otra manera. El autor de la editorial elige introducir la variable religiosa cerca de la soledad del gobernante y su posición respecto a ella. Desde antes del cristianismo hubo una moral que se preguntaba respecto al bien, por lo que no es cierto que la pregunta sobre lo bueno o lo malo sea propia de las religiones. La muerte traza esa línea. "No soy quién para juzgar lo que el otro hace" es el reverso de "no son quién para juzgar lo que hago". Entre compañeros no hacemos afirmaciones de ese tipo, porque sí soy quién para juzgar lo que el otro hace, asumiendo la posibilidad de que mi juicio sea errado. 
"En relación a la vida, la mejor decisión que se puede tomar es, simplemente, existir. Si lo que el hombre elige no le lleva felicidad, entonces debe decidirse por otra cosa. En el mundo interior del ser brota el amor. De allí mismo brota el odio, que es parte del amor. Sin riqueza material es posible encontrar la felicidad", firmo el coeditor responsable del diario. ¿Qué lugar tendrá en los lectores palabras de este tipo? ¿Lectores de Tiempo Argentino también ven a Claudio María Domínguez? "La mejor decisión que se puede tomar es, simplemente, existir" ¿Cómo? El autor introduce una discusión sobre la existencia, lo que debemos considerar, ya que abre la posibilidad de reflexionar sobre las acciones del hombre y sus límites. Aporta con sus lecturas de Sartre, al que le hizo decir, como no cita no puedo afirmar que Sartre haya dicho ello, "Sartre señala que para ser feliz se debe amar lo que se hace, pues la felicidad no está en lo que se tiene, sino en lo que se ama hacer. Las balas de los malvados quedan envainadas en sus propios odios y jamás podrán llegar a los hombres felices." Recupera la palabra malvados. El gatillo fácil no le llegó a ningún hombre feliz. ¿Amar todo lo que se hace? ¿La felicidad no está en lo que se tiene? ¿No es que los no tienen nada son infelices? ¿Dónde está el otro en este amar que propone?
La impronta religiosa del discurso de Garfunkel no es un problema, aunque el niega lo religioso al decir  "mi planteo no es moral y religioso", claro que sí, lo es. El problema no es que sea religioso, sino desde qué lado encarna el discurso religioso, porque tanto cura encarnó e hizo cuerpo el discurso religioso de nuestro lado. El discurso religioso es efectista, produce efectos. Acierta, echemos una mirada en Brasil, en Avenida Corrientes o cualquier localidad. Hay discurso religioso en la solidaridad y discurso religioso individualista. "La mejor decisión que se puede tomar es existir", las decisiones se toman sólo según el autor, nadie te puede juzgar por lo que hacés, porque yo no soy quién para juzgar las decisiones del gobernante, y nadie es quién para juzgarme.

¿Es un aviso?