jueves, 20 de mayo de 2010

"Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros". - Groucho Marx.

La gestión Macri da cuenta día a día que la regla con la que miden a los demás, no sirve para medirlos. Piden juicio, tribunal y castigo cuando "las reglas" las violan otros, pero cuando lo realizan ellos es distinto. Si el Estado Nacional veta es un abuso de autoridad, si ellos vetan, como fue el veto a la ley de Producción Pública de Medicamentos, está bien. La designación de parte del Estado Nacional de ciertos funcionarios es revanchismo y búsqueda de venganza. Nombrar a Young, Posse, James y Palacios, entre otros. ¿Cómo se llama? Impulsaron el juicio político a Ibarra porque era responsable del accionar de todos los empleados municipales, ahora Ritondo dice que no se lo puede acusar a Macri si es Ritondo el que comete un ilícito. Si este señor reconoce públicamente que podría cometer un ilícito, que renuncie.
Los medios, en general, no repreguntan, no confrontan presente y pasado. Y el progresismo tiene la obligación de marcar estas contradicciones, entre lo que el macrismo dice y hace. En lo que no hay contradicción es entre lo que hace y hace. Las mismas explicaciones que hoy usan para defenderse, fueron las utilizadas para atacar y echar a un jefe de gobierno. El Macrismo actúa como lo hizo siempre en sus empresas. En la gran causa SEVEL, que implicaba menemismo, corrupción, evasión fiscal, vaciamiento del Estado, no fue Macri el que cayó preso, sino que deslindó la responsabilidad de los ilícitos en uno de sus empleados, el cual sí fue condenado. Lo mismo que hace hoy mientras gobierna.
Ayer en el programa "A dos voces" Ritondo, jefe de bloque del bloque PRO en la legislatura porteña, decía que si él o cualquier funcionario cometían un ilícito, la responsabilidad era de ellos y no del Jefe de Gobierno, "no se puede acusar a Macri por los ilicitos que hacen sus funcionarios". ¿Cuáles serían entonces para estos muchachos la responsabilidad política de nombrar funcionarios? Si contrata al "Fino Palacios", un delincuente; a Chamorro, otro delincuente, a Ciro James, otro delincuente. ¿A cuánto está de pedir públicamente "Abrete Sesamo"? Durante años utilizó al Estado de esa manera. Comió toda su vida del Estado, sirviéndose de éste a su antojo. ¿Por qué hoy habría de cambiar?

Macri y nuestra historia.

La historia de Macri se escribió con tinta hecha de dictaduras, hizo su fortuna gracias al plan económico impuesto en 1976 a fuerza de grupos de tareas que limpiaban, servicios de inteligencia, fondos estatales, sobreprecios en obra pública, menemismo, corrupción, impunidad, juntar basura, hacer negocios con la basura, contratar a Palacios, Posse, Chamorro, Ciro James, la UCEP "para limpiar la ciudad", entre tantas otras cosas que tiene ganas de limpiar. Historia que se escribió sobre un papel hecho de desaparecidos, de teorías de seguridad nacional, de desaperecer lo molesto, eliminar al otro, de deuda pública, de pedir cárcel para los cartoneros, porque la basura es suya, de meter en camiones de basura las pocas pertenencias de los que menos tienen. Hay que reconocer que el tipo es coherente con su historia.
Su poder lo construyó, sostenido en su "escuela para una seguridad nacional", gracias a la impunidad, la corrupción, la caja del Estado, la basura y "la limpieza", y se rodeo de quienes más sabían de estos temas, para engrosar con su nombre esas filas: Martínez de Hoz, Videla, Viola, Massera, Agosti, Menen, Duhalde, Posse, Palacios, James, Chamorro, entre tantos otros, todos ellos complices, partícipes, promotores ideológicos del asesinato de algún argentino. Siempre hizo negocios con la basura. Limpiando todo lo que él considera basura.


El libro Fino de Mauricio. Qué miedo al fallido. Y al fallo.

En el día de hoy salió publicado el manual que elaboró el Macrismo para responder a los periodistas sobre el procesamiento que dispuso el juez Oyarbide, en el cual se explica que Macri no es responsable de nada, todo es una operación de los K y que esta causa está armada porque "se animaron a dar una respuesta al problema de la inseguridad". Es cierto, la respuesta de Macri a la inseguridad es un problema para quienes se verán afectados por ella. Y Macri procuró que quede explícito el agradecimiento al apoyo brindado por De Narvaez, Duhalde, Sanz, Solá y Carrio, tan caros ellos al pensamiento de seguridad de Macri, tan antipopulares como él.
¿Pero qué nos muestra la necesidad de construir este manual? El miedo a que algún funcionario se meta en una respuesta que no esté guionada y de cuenta de que no se puede decir que el jefe de gobierno no es responsable. Fueron ellos quienes defendían a Palacios de las mismas acusaciones que hoy reconocen ¿Se imaginan qué diría Macri si se publicara un guión para funcionarios K? Le molesta a la Derecha cuando los manuales tienen imágenes de líderes populares, eso es fachista, nazi, autoritario, pero con qué ganas ellos hacen el Manual "Yo amo a Mauricio" y salen a repartirlo.
A diferencia de Marx, Macri no tiene otros principios.
Macri está asustado. El macrismo está asustado. El fallo de Oyarbide va a llegar. El fallo más importante llega en el 2011. Dependerá de construir una opción nacional y popular, que el fallo sea favorable a la mayoría.

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